CLASES DE TÍTERES:
-Títeres de dedo. Para utilizar con poquitos niños, de manera muy cercana.
-Títeres de varilla. Puede ser plano o tridimensional y tener varias partes unidas al tronco central con un eje.
-Títeres de guante. Es el tradicional, que se maneja con los dedos y la muñeca de la mano.
-Títeres de manopla. No suele tener brazos, pero abre y cierra la boca.
-Titeres de cono. Muy sencillo, hecho con un cono de cartón vestido con telas. Del cono sale el muñeco que se maneja con un palillo largo conectado a la cabeza. Puede esconderse en el cono, o mover la cabeza desde abajo, con el palillo.
-Títeres de mesa. Se manejan igual que los de guante, pero tienen piernas.
-Marioneta. A diferencia del títere, que se manipula desde abajo, la marioneta se maneja desde arriba, con hilos o cables.
-Sombras chinescas. Muñecos planos que se manipulan detrás de una gran tela o pantalla iluminada por detrás para que sus sombras se proyecten sobre ella. Pueden ser articulados.
CÓMO DEBE SER LA HISTORIA:
-Sencilla, con pocos personajes.
-Lineal: principio, donde se presenta a los personajes y se intoducen en la historia, trama donde se desarrolla la acción, y suele haber un enredo o torpeza de uno de los personajes, y el desenlace, donde se resuelve el conflicto o el malentendido, en un final feliz.
-El humor es muy importante.
-Hacer cómplices a los niños les engancha: pedirles que avisen si viene el malo o la bruja, o repetir alguna fórmula en un momento determinado, o algún trocito de una canción...
-Usar un títere narrador. Es más creíble que si vamos contando el devenir de la historia los que manipulamos los títeres. Es mejor que seamos invisibles.
LOS TÍTERES EN ACCIÓN:
-Si el guiñol tiene cortinillas, es mejor que estén cerradas antes de empezar la función: crea espectación e intriga.
-Los títeres entran por los laterales del teatrillo, salvo casos excepcionales: un lobo que ataca desde abajo, un malvado o una bruja que aparece de repente...
-Hay que ensayar los movimientos: deben parecer reales.
-Los títeres se deben ver enteros, con todo su vestuario, pero debemos tener cuidado de que no se vean nuestros brazos, eso rompe la ilusión escénica.
-Si el títere se aleja hacia el fondo, debemos ir subiéndolo poco a poco, para que no parezca que se va hundiendo en la lejanía.
-Cuando hay dos tìteres que hablan, debemos mover sólo al que está hablando. El que escucha permanecerá quieto, así los niños reconocen fácilmente quién habla en cada momento.
-La música dinamiza la obrita, la alegra. Si el títere baila al compás, queda muy bien.
-Los efectos de sonido (tormenta, caballo...) dan mucho realismo y vida a la representación. Mejor si tenéis la colaboración de alguien que se ocupe de la parte técnica, siempre pendiente del libreto y de indicaciones muy claras en el mismo.
LAS VOCES DE LOS TÍTERES:
-Dicción clara, pronunciación correcta, proyección de la voz. El diálogo se tiene que entender y oír perfectamente, pero sin chillar.
-El diálogo debe estar bien estudiado.
-Ensayar para disfrazar las voces, pero teniendo cuidado de que no resulte falsa o inadecuada al personaje, ni tampoco forzada. El personaje puede estar caracterizado por algún sonido peculiar: la bruja, por su risa estridente, el torpe por una risa bobalicona...
CUENTOS Y OBRAS DE TEATRO PARA REPRESENTAR
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